jueves, 20 de junio de 2013

ESTUDIO CON TRES PUERTAS ANTONIO LÓPEZ



ESTUDIO CON TRES PUERTAS 1969-1970


Estudio con tres puertas
lápiz sobre papel 98 x 113 cm
Lleida , Colección Fundación Privada Soringué



Pasados los años, el estudio de la Plaza de Infancia pierde su condición de espacio nuevo , vacío, sin referencias, pero sigue captando la atención del pintor. En este dibujo, que amplía el campo visual recogido en uno de los primeros cuadros realizados en el estudio - El wáter  ( 1966 ) - a ocupación del espacio es  clara , con presencia de objetos que sirven de modelo en otros cuadros ( la nevera ) ,utensilios de trabajo y, sobre todo, la huella de la actividad.

Quien visita estudios de artistas conocer su poder seductor , pero , sobre todo, lo que transmite de quien allí trabaja. A un artista acostumbrado a pintar varios cuadros de gran formato al mismo tiempo, de una manera física, la imaginación en un taller amplio, con paredes y suelos grandes; a un artista minucioso y constructivo le suponemos un espacio limpio y concentrado.Algunos estudios  son célebres y se adaptan a la imagen que tenemos del artista, como los de  Giacometti o Mattise en París, tan distintos, tan opuestos. Otros sorprenden como el de Bacon, con los  restos de la batalla inundando las habitaciones, y una bombilla desnuda colgando del techo.

El estudio de Antonio López ni es diáfano, ni está planificado para él. Se acerca a la idea del espacio doméstico , con la diferencia de que las cosas encuentran  su lugar, y se respeta como entorno de trabajo . Conviene no olvidar que el pintor realiza muchas obras fuera, pintando al natural, lo que parece la extensión de  un entorno de diálogo. La idea es el taller que se habita lentamente , sin sensación, de provisionalidad , como si las cosas permaneciesen.En -Estudio  con tres puertas -un título que nos lleva a completarlo como el célebre refrán referido a la casa- se plantean cuestiones clásicas ( el juego en la disposición de las tres puertas ) el equilibrio entre la columna de papeles y la estantería ) pero la falta de luz natural da a la imagen un aire de desnudez poética y confesional , de espacio donde ha ocurrido algo, que lo carga de misterio.

Mercedes Tamara
20 -junio-2013

Bibliografía : Antonio López, Edit Biblioteca El Mundo

martes, 18 de junio de 2013

EL PECADO JULIO ROMERO DE TORRES

EL PECADO 1913


El pecado
óleo sobre lienzo 183 x 200 cm
Museo Julio Romero de Torres



En 1915 Julio Romero de Torres presentó en la Exposición Nacional dos lienzos : La gracia y El pecado .Este cuadro en un guiño a la Venus del espejo de Velázquez. Pero lo que en el pintor sevillano es suntuosidad y seducción, aeeopado por dos personajes , Venus y Cupido, por el rojo cortinaje que aporta teatralidad y sirve para enmarcar la escena y complementar su  boato, en la obra de Julio Romero de Torres el cuerpo de la mujer de espaldas y el espejo  en el que se mira, quien ya no es una diosa,  es sostenida por viejas enlutadas, que forman un telón de fondo mucho más tétrico. Ya no hay mitología, sino ácida realidad.

A pesar de la incuestionable influencia de la pintura del pasado y su admiración por los grandes maestros , también es bastante probable que Julio Romero de Torres estuviera atento a los acontecimientos artísticos  de la época . En 1906 la National Gallery había pagado una enorme suma de dinero por la adquisición de la llamada " Venus de Rockeby "Pocos años después, en 1914, una sufragista asestó siete cuchilladas al lienzo de Velázquez.El ataque fue muy comentado por la prensa y el cuadro de Julio Romero fue realizado por entonces.

La cortesana tiene un collar de coral, las celestinas cuchichean entre ellas y una de las mujeres del pueblo, cuya modelo fue la cantaora Carmen Casena ofrece una manzana como símbolo del pecado. Venus es también Eva. La Celestina es otro personaje fundamental oscuro y gris,y con una carga simbólica en la literatura castellana. En ese mismo juego de oposición y contrarios en que la piel desnuda se contrapone a los negros vestidos de las celestinas, hay una similitud con el fragmento de La calumnia de Apeles de Boticelli, donde se encuentra ese mismo contraste , un figura negra, la Penitencia, en oposición a la Verdad desnuda. En  el fondo como si de una Florencia se tratase , pueden verse edificios cordobeses, la iglesia  de San Hipólito y el castillo de Almodóvar del Rio . A lo largo de los siglos la desnudez había tenido una interpretación ambivalente . La Biblia y la literatura romana la entendieron como algo censurable, pero también, en sentido figurado, era símbolo de la sinceridad, la sencillez y la franqueza . Las teorías neoplatónicas otorgaron al cuadro de Tiziano Amor sacro y amor profano una lectura en que la desnudez era símbolo de las mayores virtudes.De esta forma, Nudas Veritas llegó a ser una de las personificaciones empleadas con cierta profusión durante el Renacimiento y el Barroco.

Reflejado en un espejo ovalado se presenta un marco de rica decoración , aparece el rostro femenino. Este formato fue habitual en los espejos utilizados a finales del siglo XIX. Su aparición en esta obra no fue el único caso ya que el pintor utilizó este motivo simbólico en otras obras como La niña del espejo , realizada para la exposición de Bilbao de 1919, y Contrariedad que se expuso en Buenos Aires en 1922.

El espejo tiene carácter mágico. Además de recordarnos el mito de Narciso , el espejo es un icono lunar, pues necesita recibir la luz al igual que el satélite de la tierra y los espejos de mano son símbolos de la verdad. Como la luna, para el pensamiento del siglo XIX la mujer era un simple reflejo del mundo que la rodeaba. La femineidad era una fuente continua de fascinación para la propia mujer, porque mirarse a si misma era su único contacto con la realidad.

En el cado de El pecado , la obra es sinónimo de coquetería femenina y de los defectos terrenales como la vanidad. A los pies aparecen rosas como resultado de la belleza efímera y de los presentes que le serán entregados por sus amantes . Y en el suelo los zapatos que simbolizan las bajas cosas naturales, tanto desde el punto de vista de lo humilde como de lo ruín, Pero los zapatos son también un símbolo de lo femenino y el detalle y el lujo del raso de seda son representativos de elegancia, un signo sofisticado de la moda de su tiempo. El pintor lo utilizó con un sentido fetichista en numerosas obras.

Mercedes Tamara 
18 -junio-2013



Bibliografía : Julio Romero de Torres " Entre el mito y la realidad " Colección 
                       Carmen Thyssen Bornemizsa , Madrid

domingo, 16 de junio de 2013

LAS DOS SENDAS JULIO ROMERO DE TORRES

LAS DOS SENDAS 1911-1912
Las dos sendas
óleo y temple sobre lienzo 170x140 cm
Colección PRASA






Las dos sendas obtuvo en la Exposición Nacional de Múnich de 1913 la primera medalla del certamen. Realizada en 1912, representa a una mujer desnuda echada sobre un diván , ricamente decorado con motivos barrocos dorados. Está ligeramente inclinado hacía el espectador y posibilita que el cuerpo femenino girado en esta dirección sea bien visible .


Completamente desnuda , expuesta, aparece la mujer tocada con una mantilla de fino encaje. Las blondas quedan bajo el cuerpo , de manera que la piel está en contacto con la marfileña mantilla y con las sábanas blancas. La gradación de tonos es sutil, puesto que además del blanco hay otros colores claros que se combinan, como el marfil y el dorado de la piel. Tras ella, un jarro de cristal con unas azucenas, símbolo de pureza y castidad. A cada lado dos personajes femeninos, una monja con hábito y una mujer que lleva una bandeja en la que se ofrece unas joyas. La expresión del rostro de cada una de ellas es completamente diferente. La religiosa ,parece que fue Rafaelita Ruiz la modelo,posee una serena belleza, la celestina , cuya modelo fue la cantaora Carmen Casena o Escasena, una expresión dura y contrariada.


Al fondo dos arcos de medio punto dejan ver Córdoba, escenario del gran teatro de la vida de Julio Romero de Torres. El de la derecha muestra un palacio contorreón y portada principal , en él aparece una fiesta flamenca, donde el pintor se ha autorretratado dos veces: tocando la guitarra, ya conocemos su afición por el flamenco , pues quiso antes ser cantaor que pintor, y en actitud galante y seductora. El otro arco representa una escena interior de un monasterio donde dos monjas están arrodilladas ante una cruz . A través de esta obra se escribe también su biografía , puesto que Julio Romero ha escogido claramente en que escenario representarse



Mercedes Tamara 

16 -junio-2013



Bibliografía : Julio Romero de Torres : " Entre el mito y la realidad " Carmen Thyssen
                       Bornemizsa