lunes, 4 de noviembre de 2013

IGLESIA DE LA SALUTE Y LA DOGANA MARTÍN RICO

IGLESIA DE LA SALUTE Y LA DOGONA 1900
Iglesia de la Salute y la Dogana
óleo sobre lienzo 65,5 x 101 cm
Colección particular





En los últimos años de su carrera, una vez casado en segundas nupcias y adquirida su residencia muy cerca del Campo de la Salute , los motivos de la gran iglesia barroca y de la Dogana de Mar ( Aduana del Mar ) que ya habían aparecido en sus cuadros , se hicieron muy frecuentes en su producción. Esta es la obra de mayor ambición entre las que pintó en 1900.


El artista estudió la composición en un boceto realizado a pluma y tinta , de gran interés. A pesar de la agilidad con que está realizado , en él aparecen todos los elementos de la composición, tomada desde un punto de vista algo más bajo que el cuadro definitivo , que también se amplía un poco para incluir la mayor parte del frontón derecho de la Salute, y una linea de edificios de mayor anchura que en el boceto . Rico dispuso la composición en tres frentes sucesivos que le permitiesen mostrar diferentes vistas de la pintura. En primer lugar, la riqueza decorativa de la Salute,luego en contrate , la sencilla austeridad de la Dogana del Mar: el simbolismo de cuya escultura de remate ,la Fortuna ,no dejaría de tener presente y, al fondo, el atractivo del frente maritimo de la ciudad en su parte oriental.


En su marcada aproximación de la Salute que, exenta, se convirtió en el icono de la otra obra más destacada de este período, el artista mostró su destreza en la representación de la decoración arquitectónica y esculpida. En otros dibujos estudió las esculturas de ángeles que rematan los ángulos de los frontones y las balaustradas , y cuyo protagonismo hace patente su predilección por la escultura decorativa.


Como es propio de sus obras de los últimos años , dispuso el pórtico principal muy lateralmente , para estudiar el efecto de la rica `plasticidad de sus esculturas, que emergen parcialmente de sus hornacinas entre las gruesas columnas de orden gigante. A través de trazos muy breves y rápidos de la pluma, Rico captó en el boceto las sombras de los elementos arquitectónicos, tales como el intradós del arco de la fachada principal, los tímpanos, los salientes de los plintos que apean las columnas y hasta los dentículos bajo los frontones y cornisas. En el cuadro, las sombras producidas por la luz del atardecer, resaltan con vigor los volúmenes salientes. Por otra parte, el pintor hizo contrastar ek tramo de la escalinata a la luz y el que está a la sombra , producida por la abadia de San Gregorio. Las vidrieras cuyas calidades estudió al modo de otras obras como el Patio de los Dux de Venecia asumen distintas tonalidades, particularmente bellas las rojas del vano de la derecha.


Las figuras, muy numerosas en este cuadro, varían con respecto a su disposición en el boceto. La del hombre tendido en la grada es similar a la de algunos estudios de personajes que descansan o duermen , muy frecuente en sus últimos cuadernos. Las damas le sirvieron al pintor para distribuir vivas notas de rojo a través de sus abanicos y chales, recurso que era habitual en su pintura, pero aquí introdujo además delicados rosas en los vestidos de las niñas , cuya sutileza hace pensar en algunas obras de William Merrit Chase ( 1849-1916 ) a quien trató Rico. La figura del clérigo con las manos cruzadas a la espalda es muy característica y aparece de modo similar , en otros cuadros.


Mercedes Tamara
4 -11-2013

Bibliografía: El paisajista Martín Rico Edit Javier Barón, Museo Nacional del Prado                            Madrid

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