domingo, 28 de agosto de 2022
LA PASTORCILLA WILLIAM ADOLPHE BOUGERAU
miércoles, 10 de agosto de 2022
LA DUQUESA DE ABRANTES FRANCISVCO DE GOYA
LA DUQUESA DE ABRANTES 1816
La duquesa de Abrantes óleo sobre lienzo 93 x 76 cm Museo Nacional Del Prado Madrid |
Los Duques de Osuna fueron los primeros nobles que protegieron a Goya. Gracias a ellos el pintor consiguió hacerse con el puesto de retratista "oficial" de la corte madrileña, estableciendo una excelente relación con sus mecenas. El retrato familiar que Goya pintó en 1788 supone uno de sus hitos, igual que el retrato de la Marquesa de Santa Cruz , una de las hijas
. La retratada aquí era la hija menor de los Duques, doña Manuela Isidra Téllez Girón que había nacido en 1794, seis años después del retrato colectivo por lo que evidentemente no aparece en él. Contrajo matrimonio con el Duque de Abrantes en 1813 -de ahí el título que aquí ostenta- siendo retratada por Goya en 1816, por expreso deseo de la Duquesa de Osuna ue regaló el lienzo a su hija. Fueron 4.000 los reales que el pintor recibió por el encargo, uno de los más espectaculares entre los ejecutados en la década de 1810 y curiosamente el último de una dama de la alta nobleza que pintara el aragonés, tras la llegada a la corte de Vicente López como nuevo retratista "oficial" del siglo XIX.
Doña Manuela aparece de medio cuerpo, recortada su elegante figura sobre un fondo neutro, vistiendo un escotado traje azul estilo Imperio con un chal amarillento. Se corona con una guirnalda de flores y adorna su cuello con collar de perlas y su muñeca izquierda con pulsera a juego; en su mano derecha sujeta una partitura mientras con la izquierda se recoge el chal. La delicadeza de la figura la hace aun más atractiva, interesándose el pintor por captar su fija mirada y su rictus alegre. Resulta sorprendente el contraste entre las calidades de las telas espléndidamente resaltadas por el pincel detallista de Goya y la rapidez de la factura en otras zonas como los pliegues del chal o las rosas de la guirnalda, elemento éste donde el genio aragonés parece anticiparse al Impresionismo
Mercedes Tamara
10 agosto 2022
Bibliografia : Artehistoria
sábado, 6 de agosto de 2022
CRIADA ENTREGANDO UNA CARTA A LA SEÑORA JOHAN VERMEER
CRIADA ENTREGANDO UNA CARTA A LA SEÑORA 1667
Criada enterando una carta a la señora óleo sobre lienzo 92,2 x 98,7 cm Nueva York, The Frick Collection |
Vermeer es un pintor bastante reiterativo tanto en sus temas como en los objetos que representa. Así, la chaqueta amarilla ribeteada con armiño que viste la mujer protagonista de esta composición se repite en la Mujer de amarillo escribiendo una carta, al igual que los grandes pendientes de perla, la escribanía, el joyero o el manto azul que cubre la mesa. La principal novedad de esta escena la encontramos en la presencia de la criada, que surge de las "tinieblas" del fondo para entregar a la dama una carta, interrumpiéndola en su escritura. La dama se lleva la mano a la cara, con gesto de desconcierto, considerando los especialistas que se trata de una clara alusión a los escrúpulos manifestados ante un amor adúltero. Sin embargo, la mirada de la criada es firme y segura, dando a entender que está al tanto de los amoríos extraconyugales de su señora.
De esta manera se pone de manifiesto la estrecha relación entre ama y criada que también está presente en otras obras de Vermeer como Carta de amor o Mujer escribiendo una carta y criada. La referencia a Caravaggio es otra característica habitual en la producción del maestro de Delft al interesarse por los contrastes de luz, iluminando la estancia con un potente foco lumínico procedente de la izquierda que sólo dota de luz al primer plano, dejando al fondo en penumbra. De esta manera, la escena se hace más cercana al espectador y se envuelve en un efecto atmosférico que diluye los contornos pero no resta ni un ápice de brillo a las tonalidades, aplicadas de manera "puntillista", repartiendo de forma chispeante la luz por toda la superficie del lienzo. El resultado es una obra de gran impacto visual en la que los gestos y las expresiones de las protagonistas ocupan un papel determinante en el desarrollo de la escena.
Mercedes Tamara
5 agosto 2022
Bibliografia , Artehistoria ( copia integra )
viernes, 5 de agosto de 2022
MALVAS REALES MARIANO FORTUNY
MALVAS REALES 1904
Malvas reales oleo sobre lienzo Museo Nacional Del Prado |
jueves, 20 de enero de 2022
JUANA GALARZA DE GOICOCHEA FRANCISCO DE GOYA
Juana Galarza de Goicochea óleo sobre cobre 8,1cm Madrid , Museo Del Prado |
Entre las siete miniaturas pintadas al óleo sobre cobre con retratos de la familia política De Goya , se conserva el de su consuegra Juana Galarza. Esta , de origen navarro nació probablemente en el año 1758 en El Valle de la Burunda , localidad de la que provenía también su marido . La familia se trasladó a Madrid , donde Martin fundó con su hermano Agustín un próspero negocio de telas finas.bisuteria y ferretería.
En este cobre Goya presenta a su consuegra casi de frente con un ligero hacía la derecha disimulando así dicha desventaja . Doña Juana ha cambiado la bata de casa por un traje festivo de encaje blanco y luce una cofia de tela fina , con cuyo lazo Goya enmarca sus mejillas redondas y su pequeña barbilla . El tocado está adornado con deliciosos encajes que aparecen asimismo en el borde de sus escote, donde luce una cadena de oro de varias vueltas
Técnicamente , la miniatura de doña Juana se acerca más a la de su hija mayor. En ambas reduce Goya la gama de colores hasta casi solo el blanco, en el que apenas resalta el amarillo de la cadena de oro y los labios bermejos .
El pintor utilizó un pincel muy fino para adaptarse a las necesidades del pequeño soporte .El aragonés realiza con gran delicadeza los rostros y hace hincapié en las expresiones del personaje . Goya insinúa en el rostro de doña Juana Galarza una expresión un tanto tensa ,como incómoda por no tener costumbre de que alguien la retrate.
Mercedes Tamara
20 -enero-2022
Bibliografia : La imagen de la mujer, Goya . Museo Nacional Del Prado, Madrid
sábado, 12 de enero de 2019
EL VERDUGO MARIANO FORTUNY
El verdugo acuarela 200 x 120 cm Colección particular |
El Verdugo - junto al Trovador, el Caballero florentino, el Veneciano y el Condesito - forma parte de la serie de acuarelas realizada por Fortuny en 1865 para presentar diferentes figuras ataviadas con sus característicos ropajes, demostrando en todas ellas su facilidad con el dibujo y el detallismo minucioso a pesar de la dificultad de la técnica elegida.
Los personajes se sitúan ante un fondo neutro en el que apenas existen referencias espaciales - que recuerda a Velázquez - iluminados por un potente foco de luz que resalta su volumetría y el colorido de sus trajes. La anatomía musculosa de esta figura recuerda a Miguel Ángel, pudiendo tratarse de un homenaje al pintor flor
Efectivamente, el pintor se recrea en llevar a cabo un inventario de poses, accesorios y elementos del pasado en sus más variados matices , que aquí encuentra su mejor vía de expresión en la acuarela. Por la naturaleza de esta misma técnica el artista se ve impulsado o invitado a una visión exhaustiva y artesana, donde el artista corre el peligro de perderse en la narración y descripción del personaje.
martes, 4 de septiembre de 2018
RECUERDO DE VELÁZQUEZ JOHN EVERETT MILLAIS
Recuerdo de Velázquez Óleo sobre lienzo, 103 x 82 cm. Royal Academy of Arts of London |
Su pincelada se hace más fluida y empastada, más libre y espontánea como bien podemos apreciar en este lienzo protagonizado por una niña vestida a la moda española, abundando las tonalidades oscuras y rosas, en sintonía con los retratos realizados por Velázquez en su etapa madura.
Bien es cierto que la influencia del maestro sevillano se hace presente también en estas fechas en los trabajos de Manet, Sargent o Whistler, admirando Millais las obras de estos artistas que también pudieron servir de referencia indirecta.
jueves, 12 de julio de 2018
NIÑO APOYADO EN UN ANTEPECHO BARTOLOMÉ ESTEBAN MURILLO
Niño apoyado en un antepecho óleo sobre lienzo 52 x 70 cm National Gallery Londres |
Las escenas de género protagonizadas por niños pintadas por Murillo tienen la alegría y la gracia como principal protagonista, siendo esta obra el paradigma de esa alegría. El pequeño que se apoya en una ventana parece dirigir su mirada hacia alguien que le hace esbozar esa luminosa sonrisa, destacando la expresividad en el gesto del muchacho.
viernes, 29 de junio de 2018
LA TASADORA DE PERLAS O LA MUJER DE LA BALANZA VERMEER
La tasadora de perlas o La mujer de la balanza.Óleo sobre tela. 42,5 x 38 cm. N. National Gallery of Art. Washington D.C. |
Hasta hace poco, esta pintura era conocida como La pesadora de oro o Joven pesando perlas. Un análisis microscópico, sin embargo, ha revelado que los platillos de la balanza están vacíos. El brillo en los platillos no viene del amarillo estaño que se usa en otros lugares del lienzo para representar el oro. Vermeer representó perlas con una fina capa gris culminada con un brillo blanco. El brillo del platillo es de una sola capa. Además, no hay perlas sueltas sobre la tabla que indiquen la existencia de otras perlas esperando a ser pesadas.
Este análisis aparentemente trivial sobre qué es lo que se está pesando ilumina el significado de la obra, puesto que Mujer con balanza,1 como se la llama ahora, es abiertamente alegórica. La mujer está en pie entre una representación del Juicio Final que cuelga en un pesado marco negro, y una mesa con monedas y perlas irisadas, engarzadas y luminosas ante un paño de color azul oscuro;2 la joyería representaría las posesiones materiales. La balanza vacía subraya que está pesando algo espiritual más que material. El retrato de Vermeer no proporciona una sensación de tensión o conflicto, antes bien la mujer exuda serenidad. Su auto-conocimiento se refleja en el espejo de la pared, pues este objeto siempre ha simbolizado el conocimiento de uno mismo.1 Por lo tanto, la pintura sugiere la importancia de la moderación, de la conciencia de uno mismo, y una comprensión plena de las implicaciones de un juicio final.
Se convierte así en un bodegón de «vanidad», transmitiendo que la futilidad de este mundo es pura vanidad. Vermeer logra así trasponer los principios de la naturaleza muerta al cuadro de interiores y de género.
La composición se ha dibujado para centrar la atención en la pequeña y delicada balanza que sostiene la mujer. La modelo se ha identificado como Catharina Vermeer, esposa del pintor, encinta.
Los brazos de la mujer actúan como un marco, con el pequeño dedo de su mano derecha extendida para hacerse eco del mango horizontal de la balanza. El fondo del marco de la pintura está incluso alterado para proporcionar un nicho parcial para la balanza. El marco acaba más arriba enfrente de la mujer que detrás de ella. La compleja interrelación entre las verticales y las horizontales, los objetos y el espacio negativo, y la luz y sombra da como resultado una composición fuertemente equilibrada, y aun así activa. La luz penetra por la ventana e incide directamente sobre el rostro de la mujer, lo que contribuye también a darle un carácter atemporal a la pintura. Los platillos están equilibrados, pero dinámicamente asimétricos. Una limpieza en 1994 reveló que había un adorno de oro, previamente no detectado, en el marco negro que proporciona un enlace tonal con el amarillo de la cortina y el vestido de la mujer.
Vermeer ha dotado a Mujer con balanza de un contexto más abiertamente alegórico que sus otras escenas domésticas. Como tal, pierde algo de la interpretación subjetiva de un trabajo menor directo como La muchacha de azul leyendo una carta. No obstante, la magistral composición y ejecución de Vermeer producen una obra poderosa y conmovedora.
viernes, 22 de junio de 2018
DEMENCIA DE DOÑA JUANA LA LOCA PRADILLA Y ORTIZ
DEMENCIA DE DOÑA JUANA LA LOCA
DEMENCIA DE DOÑA JUANA LA LOCA Óleo sobre lienzo, 340 x 500 cm. Museo Nacional Del Prado |